Y es entonces, cuando te das cuenta, de que el tiempo no está infravalorado. De que el tiempo se escapa, y que todo aquello que hagas va a ser insignificante, pero como dijo Gandhi, será importante que lo hagas.
Y a pesar de todas las lágrimas que derrames durante tu vida, es importante pensar, que muchas de ellas serán de alegría, que vas a sonreír más que llorar, y que todo puede ser mejor si te lo propones.
Proponer, qué fácil, ¿verdad? La cosa no es proponer, la cosa es saber, aceptar, negar, es reconocer errores, aprender de ellos, y mejorar como persona.
Y sí, quizá en esos momentos, el tiempo sea más importante que todo lo que pudimos pensar alguna vez. Y es entonces cuando quieres crecer, debes crecer, madurar, debes plantarle cara al mundo. ¡Qué diantres!
Vas a ser grande.
Tienes que creértelo y luchar por ello.
Vas a ser grande.
Jo, ojalá todo fuese tan fácil...
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