domingo, 6 de noviembre de 2011

Make a point.


Todo el mundo dice que a veces no vale la pena arriesgarse, que es una tontería, que sólo conseguirás salir dañada de ello.

Mucha gente dice que si no arriesgas, no ganas, y es esa misma gente la que no se para a pensar, que si te arriesgas, quizá vayas a perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos.

Lo que es divertido de toda esta situación, es el hecho de no saber cuándo debes arriesgarte, o cómo debes jugar tus cartas. Cierto es, pues, que nunca sabes lo que el destino te va a deparar ni lo que se esconde tras la próxima esquina. ¿Y quién dice que no hay felicidad aguardando para verte? ¿Y quién dice que no hay lágrimas esperando para salir de tus ojos?

Nadie te puede asegurar eso, nadie lo ha podido asegurar nunca y nadie va a poder hacerlo en un futuro, porque la vida es impredecible, nunca sabes que te va a traer, qué va a suceder, si vas a ser feliz o si tendrás que esperar para ser feliz.

En cambio, tú te sientas ahí, y ves la vida ir de un lado a otro, haciendo a las personas felices, o tristes, y te planteas si de verdad la vida es para ti. Si de verdad has nacido para ser alguien importante, para al menos, una sola persona. ¿Y si no es así? ¿Cómo podrías pensar que has nacido para morir? Aunque en cierto modo, sea así. Tenemos que hacernos a la idea de que hay una inmensa vida por delante, años, años que podemos usar para ser felices, cambiar las cosas, vivir los sueños...

Años en los que la vida te sonreíra, y años en las que la vida te dará patadas.

Porque nunca nadie es completamente feliz si no ha sido triste en algún momento de su vida.

Make a point,
to find a resolution,
to be my own solution.