lunes, 28 de diciembre de 2009

Tres.

Hay ocasiones en la que preferirías seguir siendo un enano, ¿me entiendes? No crecer, ser como Peter Pan, está claro, incluso, desearías ser un niño pérdido, vivir como ellos, entre combates, y bromas.
Pero la vida no es como quisimos, ¿verdad? Crecemos, aprendemos, y sobretodo caemos. Ya sabes, las épocas navideñas, siempre te enseñan más que las otras, pero, al fin y al cabo, siempre te acaba enseñando algo.
He aprendido que, preocuparse por algo es darle demasiada importancia, porque en esta vida, hay millones de cosas en las que pensar, pero ninguna de la que preocuparse.
Venga, me dirás que siempre es muy fácil decirlo, pero es que es fácil, lo que no es fácil es pensar asi. Lo entiendo, pero de todos modos, ¿qué perdemos por intentarlo?.

Entras en la habitación,
por qué me has echo venir,
siempre terminas sacando,
lo malo de mi.

No hay comentarios: