miércoles, 29 de julio de 2009

Everything is wrong.

Camina hacia la puerta, decidido, con los puños apretados y mordiendose la lengua para no decir algo de lo que pueda arrepentirse. ¿Qué lo ha estado engañando? Correcto, es verdad. A sus espaldas, mentía, y buscaba fuera lo que él tenía. ¿Tampoco le consideraba alguien decente? Él sí, él le había dado todo, su corazón, su amor, sus caricias, todos aquellos gritos que ella comenzaba y a los que él respondía con más gritos, cansado ya de su comportamiento infantil, sus ganas de pelea a todas horas, los gritos taladrando su cabeza.

Estaba cansado, y era normal. Estaba demasiado cansado para su gusto. Suspiró sonoramente y cerró los ojos cuando sus dedos rodearon el pomo de la puerta.

-Espera-dijo ella en un susurro.-No te marches, por favor.

¿Qué pretendía? Negó con la cabeza, más para si mismo que para ella. Se había dejado manejar por ella, como una marioneta, pero se había cansado. ¿Ella quería dejarle? Muy bien, que le dejase, él sólo esperaba que ella fuese feliz algún día y no tuviese que mentirse a si misma. Porque, para él, lo que habían mantenido, todas aquellas sonrisas y miradas cómplices acababan de desaparecer.

Giró el pomo de la puerta y la abrió, dio un par de pasos, asegurándose de que podría hacerlo, podría marcharse sin derrumbarse y estaba muy seguro de ello. Salió al pasillo y cerró detrás de él, sin darle tiempo a la que alguna vez fue su chica, a responder o a decir nada.

Era tiempo de volver a ser el que era, sin ella. Y lo haría, era fuerte y algo infantil, vale, era verdad. Pero, él era feliz hasta que ella apareció en su vida, quizá duplicó sus sentimientos, hasta ese mismo día, donde le pidió perdón y cortaron... Pero él ya sabía que todo estaba mal.

I was there when you said forever and always.

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