domingo, 7 de marzo de 2010

ToledoCity.

Cuando salimos de Salamanca a las diez y cuarto, reconozco que el viaje hasta aquella ciudad se me hizo eterno, pero también reconozco, que me evadí por completo. Olvidé que le estaba dejando atrás, olvidé que él existía y olvidé lo que él estaba haciendo, lo que sentía por él. Me olvidé de él, aunque fuese por dos días. Y cuando he vuelto, sentí pánico, pánico por volver a encontrarmelo por la calle, pánico por volver a sentir lo que no quiero sentir por él, por volver a caer en este estúpido juego que me ha cansado demasiado.
¿Qué debo hacer ahora? Realmente, ni le quiero, ni le odio, me da igual. Pero no quiero verle, quiero ignorarle, fingir que no existe, pasar de él por completo. Quiero ser feliz sin él, como antaño. Y voy a hacerlo, aunque tenga que irme hasta Toledo para cumplirlo, ¿vale?
Toledo fue Increíble, dos días maravillosos sin preocupaciones, fue genial. Quiero repetir. (:

Keep on moving
like you did last summer.

No hay comentarios: