
Muchas veces decimos que debemos ayudar al tercer mundo, que debemos olvidar las barreras que nos separan a unos de otros y olvidar los problemas, ayudar a superar esos problemas que atormentan a miles de niños en el mundo. Porque, somos buenas personas, o eso nos empeñamos en pensar, ¿verdad? Pero aquí, las buenas personas se cuentan con los dedos de la mano. Muchos famosos han echo millones de cosas para que nosotros abramos los ojos, pero es que somos tan desconfiados, que no somos capaces de ver más allá de nuestros propios intereses, y nos empeñamos en que la gente no puede ser buena, porque eso nos convierte a nosotros en malas personas por no interesarnos por los problemas del mundo que existe más allá de nuestro país. Está claro que somos demasiadas personas como para NO poder ayudar al mundo, y es que, por un par de céntimos, quizá una llamada, comprar un juguete, donar ropa, pequeños detalles que al fin y al cabo se acabaran haciendo grande y acabarán ayudando a pequeños niños que no tienen escuelas, ni hospitales, que no tienen si quiera, ropa con la que vestirse, o calzado para caminar. Personas con enfermedades terminales, madres que no pueden alimentar a sus hijos, o niños que trabajan de sol a sol para ayudar a sus padres aunque sea un esfuerzo enorme y que ni si quiera les dé para pagar un picaporte para la puerta. Las empresas capitalistas, están empeñadas en sacar más dinero del que deberían, y nosotros sólo les apoyamos
No hay comentarios:
Publicar un comentario